Queso Pasteurizado: ¿Qué Significa? ( Spoiler, no es nada satánico)

Si alguna vez has visto en la etiqueta eso de “leche pasteurizada” y has pensado “uy, esto suena a laboratorio”, respira tranquilo: no es nada que tu abuela no aprobara si se lo explicas con un poco de jamón delante.

La cosa es así: un queso pasteurizado es aquel que se elabora con leche calentita, pero no hervida ni destrozada. Solo calentada lo justo para eliminar bacterias que podrían hacernos la pascua. Este proceso se llama pasteurización (por el señor Pasteur, un tipo que si viviera, tendría su cara en nuestras tablas de quesos).

¿Y por qué se hace esto?

Pues para que el queso:

  1. Dure más (sin convertirse en experimento de nevera).
  2. Sea más seguro (bye bye bacterias peligrosas).
  3. Se mantenga estable sin perder su alegría.

Eso sí, que no cunda el pánico entre los puristas del queso de cueva: pasteurizado no significa insípido. En absoluto. Hay auténticas joyas queseras con leche pasteurizada que te hacen ver las estrellas —y no porque te haya sentado mal, sino porque saben a gloria.

Y si hablamos de tradición, también te decimos: sí, hay quesos hechos con leche cruda (como nuestro divino Queso D.O.P. Zamorano) que mantienen vivos ciertos matices intensos y complejidades que dan ganas de escribir un poema. Pero eso es otra historia. Más arriesgada, más ancestral… y maravillosa también.