Hay que ver cuantas ventajas nos ha traído el plástico. Y cuanta contaminación, sí. Pero hoy nos vamos a centrar en la parte positiva y, uno de los mejores ejemplos de esto son los sobres envasados al vacío de jamón (o de cualquier embutido que te guste).
Desde siempre en mi casa había una pata de jamón en la encimera de la cocina. Todos los veranos, mi abuelo compraba una para las fiestas del pueblo. Y como éramos tantos, pues no llegaba a estropearse nunca.
Cuando me fui a vivir sola por primera vez, no hace mucho, soy una jovenzuela, pensé en comprarme una pata para mí. Eso sí, una vez vi la cocina minúscula en la que tenía que meterla, decidí cambiar de idea. Y ahí estaban, mis sobres de jamón ibérico envasados al vacío para salvarme la vida. Bueno, a lo mejor la vida literalmente no, pero algunas cenas si, desde luego.
Y para que elimines todos los prejuicios que tengas con este tema, aquí te traigo unas cuantas razones para que te sumes al “equipo comodidad”. Toma nota
Ventajas del jamón ibérico envasado al vacío
Hay muchas, muchas ventajas las que podemos encontrar en los sobres de jamón o paleta ibérica envasados al vacío.
Si no sois mucha gente en casa, siempre vais a tener disponible jamón como recién cortado en cualquier momento del día y sin preocupaciones de que se estropee, ocupe espacio, se seque, se ponga duro…
Además, no te descubro América, pero ¿lo cómodo que es llegar a casa con hambre, abrir un sobre de jamón, ponerse unos piquitos de pan y cenar? Solo necesitas abrirlo y comer. No tienes que perder el tiempo cortándolo, ni llenar tu cocina de instrumentos como el jamonero, cuchillos, afilador, etc. Y quieras que no, te ahorra algún que otro corte y mancha de sangre. Te lo dice una experta en poner tiritas en el convento.
Tener en casa jamón envasado al vacío es realmente práctico, es un hecho. Puedes llevarlo a todas partes: de viaje para hacerte un bocadillo, de visita a casa de alguien... y podrás llevar lo que te haga falta. Ni más, ni menos. Evitándote cargar con pesos innecesarios y por consiguiente con dolores de espalda. Además, con el ahorro en fisios te puedes comprar más jamón. Te diría también que evitarás el desperdicio alimentario pero no nos engañemos, nuestro jamón nunca sobra.
Cómo conservar el jamón envasado al vacío
El envasado al vacío elimina por completo el oxígeno del producto, lo que permite que se mantengan sus características organolépticas (si lo dices cinco veces seguidas sin trabarte, te llevas un premio) durante largos periodos de tiempo.
Para conservarlo no es necesario que lo guardes en la nevera siempre y cuando el sobre esté cerrado, aunque lo puedes mantener ahí entre 5º y 10º. No obstante, con que esté en una zona fresca y seca es más que suficiente. Eso sí, si has abierto un sobre y no has sido capaz de terminártelo, además de tener que ir al médico porque es algo de lo que preocuparte, debes guardarlo en la nevera. Lo puedes envolver en film transparente para que pueda mantener mejor sus propiedades. ¡Pero no tardes en comértelo!
Cómo disfrutar del jamón envasado al vacío
Quizás creas que con abrir el sobre y comer, es suficiente. No te voy a engañar, es bastante, sí. Pero si quieres disfrutar verdaderamente del jamón como se merece, tienes que hacer lo siguiente:
Abre el grifo de la cocina y pon el agua caliente. Moja el sobre durante 15 segundos por ambos lados. Y ya está. Con ese pequeño golpe de calor lograrás que se derrita un poquito la grasa pero sin que se caliente, para aportar ese toque de jugosidad tan maravilloso.
¡A comer!
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