La naturaleza, la dehesa y los cerdos que viven en ella son nuestra razón de ser. Por eso, y desde hace ya más de un siglo, trabajamos para tener el menor impacto sobre ellos y ser lo más sostenibles posible.
Habría sido fácil sucumbir a los beneficios egoístas de las grandes explotaciones: mayor rendimiento, mayores ingresos… pero habríamos dejado atrás nuestra esencia, la calidad que nos caracteriza y los valores que nos definen. Por eso, estamos realmente orgullosos/as de poder decir que todos los productos Don Ibérico proceden de cerdos sostenibles.
Anteriormente te contamos por qué la sostenibilidad es uno de nuestros principales objetivos y cómo lo conseguíamos: generamos el mínimo residuo posible mediante el aprovechamiento de toda la materia prima; fomentamos el empleo local y manual para cuidar de la España rural tan abonada en muchas ocasiones; trabajamos con proveedores cercanos y apostamos por la innovación y la tecnología para, próximamente, lograr que nuestros envases sean lo menos contaminantes posibles y que la fábrica funcione con energías renovables; y, por supuesto, cuidamos el origen de nuestros productos, el cerdo ibérico.
El cerdo ibérico y su sostenibilidad
Antes de empezar, es importante señalar que el cerdo ibérico denomina a una raza de cerdos autóctonos que habitan la Península Ibérica y solo se pueden encontrar en algunas zonas de España y Portugal. Para que sean considerados ibéricos tienen que tener una pureza de raza igual o superior al 50% y que al menos uno de los progenitores sea de raza ibérica. Los atributos que caracterizan a los cerdos ibéricos son los que permiten lograr unos productos cárnicos de tan alta calidad.
Ahora que ya sabes a qué nos referimos cuándo hablamos de cerdos ibéricos, ¿sabes por qué decimos que son cerdos sostenibles? Nuestras acciones tienen consecuencias tanto para el medio ambiente como para los animales y las personas, por eso queremos hacerlo de la mejor manera y dejando la menor huella posible sobre los cerdos y las dehesas. Toma nota de todo lo que hacemos para garantizar la sostenibilidad de nuestros cerdos:
Cuidados desde que nacen hasta que mueren
- Para lograr la máxima calidad, los lechones se crían en método de camping extensivo, un método de cría que utilizan muy pocos ganaderos. Este método se caracteriza por tener a las madres viviendo en libertad y las propias parideras en las dehesas. De esta forma, el lechón está en contacto con un ambiente natural desde que nace y se adapta mejor a la dehesa y su forma de vida.
- Nuestro matadero tiene la certificación Welfair, que garantiza el bienestar animal hasta el momento del sacrificio y además también cuenta con el certificado para poder trabajar con ganadería ecológica, como la nuestra
Cerdos viejos y libres
- Aunque la norma indica que el cerdo se sacrifique mínimo con 14 meses, en Don Ibérico apostamos por la “vejez” y todos nuestros cerdos alcanzan casi los 24 meses antes de su sacrificio. Esto permite que se desarrollen completamente y cumplan con todos los estándares necesarios para obtener productos “doble montanera”. Gracias a esto, los embutidos, jamones y paletas ibéricas de Don Ibérico destacan por su alta calidad y sabor.
- La cabaña de cerdos de Don Ibérico crece en absoluta libertad en las dehesas de Castilla y León y Extremadura y disponen de más de tres hectáreas para cada uno. Esto hace que tengan que moverse constantemente para buscar agua y alimentos, acción esencial para lograr la infiltración de grasa dentro de los músculos y conseguir las tan deseadas características de los jamones y paletas ibéricas.
Ganadería extensiva y familiar:
- Trabajamos con las mismas familias de ganaderos desde hace más de 100 años. Llevar tanto tiempo con ellos nos da un mayor control de la materia prima y hemos logrado tener nuestra propia cabaña de cerdos ibéricos. Los animales alcanzan su plenitud en las dehesas, alcanzando la más alta calidad gracias al cuidado y seguimiento constante que se realiza desde su nacimiento y durante toda la fase de crecimiento.
- Estas familias ganaderas tienen algo en común y es que todas ellas practican la ganadería extensiva. Nunca trabajamos con ganado estabulado ni con macrogranjas, ni lo haremos en el futuro. Estamos convencidos de que el trabajo manual, a pequeña escala y que mantiene los métodos tradicionales sin olvidar las nuevas tecnologías e innovaciones es el mejor método para preservar el medio ambiente, la calidad de los productos, los derechos animales y los derechos de los y las trabajadores.
Como ves, son muchas las características que deben cumplir nuestros cerdos para ser considerados sostenibles, pero sin duda merece la pena. Nos encanta trabajar para lograr productos de la más alta calidad y que sigamos disfrutando de los sabores de siempre cuidando de la naturaleza y los animales como nunca.