comer embutidos estando embarazada

¿Se pueden comer embutidos estando embarazada?

La llegada de un nuevo miembro a la familia es un momento emocionante que también trae consigo preguntas sobre la alimentación de la futura mamá. Uno de los temas que genera más dudas es si se pueden consumir embutidos durante el embarazo, porque estar 9 meses sin comer jamón es muy duro. No nos vamos a engañar. Desde Monjamón y más hemos recopilado información sobre ello, pero siempre debes preguntar a tu médico y seguir sus recomendaciones. 

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La llegada de un nuevo miembro a la familia es un momento emocionante que también trae consigo preguntas sobre la alimentación de la futura mamá. Uno de los temas que genera más dudas es si se pueden consumir embutidos durante el embarazo, ya que hay riesgo de algunas enfermedades como la toxoplasmosis en embutidos crudos o curados. 

Aunque en el convento no somos precisamente expertas en embarazos, hemos investigado para traerte una pequeña lista de lo que se puede comer sin riesgo. Pero eso si, ¡ten siempre por delante lo que te haya mandado tu médico!

 

¿Qué embutidos puedo comer estando embarazada?

A lo largo del embarazo, es comprensible que tengamos como objetivo seguir una dieta saludable y segura para el desarrollo de nuestro bebé. La toma de precauciones con el consumo de alimentos y en concreto con el consumo de embutidos, es una realidad y una necesidad. No obstante, hay algunas opciones que son seguras y se podrán disfrutar con tranquilidad:

  • Jamón y pavo. Los fiambres de jamón y pavo cocidos son seguros, ya que están cocinados, por lo que se ha eliminado el riesgo de listeria.
  • Salchichas. Siempre y cuando estén bien cocinadas, son seguras para comer. 
  • Chorizo. Si bien, no se puede comer chorizo directamente, puedes cocinarlo, friéndolo o cociéndolo bien, para asegurar que no hay ningún riesgo.
  • Sobrasada. Igual que el chorizo, no habría problema siempre y cuando esté bien frita.
  • Quesos. Aunque no es un embutido, también suscita dudas. Se pueden comer quesos curados pero que estén hechos con leche pasteurizada. Lee bien las etiquetas para asegurar que no están hechos con leche cruda. 

¿Y el jamón?

Aunque el jamón ibérico era uno de los primeros alimentos que se eliminaban de la dieta de las embarazas, en los últimos años están surgiendo estudios que sugieren que hay algunas opciones que se pueden tener en cuenta si eres una fanática del jamón. 

En la Universidad de Zaragoza realizaron un estudio para ver la presencia del parásito Toxoplasma Gondii en los jamones y determinaron que a partir de los 14 meses, no hay presencia del mismo, por lo que el riesgo de toxoplasmosis disminuía drásticamente. Es decir, cuanto mayor tiempo de curación tenga el jamón o la paleta, menor es la posibilidad de contraer la enfermedad. 

 

En resumen 

La opción de optar por embutidos cocidos y cocinados la tienes ahí, pero lo más importante es consultar siempre con tus médicos para tener la mayor seguridad. 

En cualquier caso, siempre puedes pedir a tus amigos/as que te regalen una cesta post parto compuesta por los mejores productos ibéricos de Monjamón, para disfrutarlos una vez hayas dado a luz y acompañarte durante tu nueva etapa como mamá. 

 

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